28/6/08

EL VAGON DE LA VIDA (Cuento corto)


(Historia verídica de una familia residente en Los Alcarrizos)


Eran las cuatro de la tarde de un viernes soleado


Tiempo de la zafra.


Tres hombres en una cigüeña de acero subían y bajaban el timón hasta su destino, el chucho. Lugar de rieles apartados en donde descansan los vagones.



El alboroto de un play de la barriada, rompía el silencio de la adolescencia de un pueblo.


La camisa azul del colegio de Hilario se confundía con su sudor, su ruborizada mejilla, y el guarapo de caña que su boca no podía tomar.


Unos plátanos hervían, mientras el sol menguaba, el maullar de un gato interrumpía el brillo de los ojos de una madre, con las manos vacías pero una esperanza sentada en su corazón de una luz al final del túnel.


El vaivén de lo sembrado en el patio entonaba el coro de la abundancia. Y un gallo cantaba adelantando el reloj.


Una cajita llena de monedas de 1,5y 10 centavos sumaba el arduo e incansable trabajo de Roberto, quien dejó su sueño colgado en la fila militar.


Una muñeca yacía en el suelo, con una pata menos, y la carita llena de pintalabios, Miosotis peinaba su pelo de cabuya con un negro peine que suavizaba la cabellera de esa miss universo.


Un cuaderno de Petete y un libro de Nacho se escondían en espera de Dilcia, su tutora la que saltaba en una cuerda mientras escuchaba la ultima voz para su baño diurno.


El cielo gris…parece que va a llover, tirado en el suelo trato de descifrar el sentido de la vida en unos enigmáticos trazos en mi cuaderno Mientras cuelgo la mirada en la fantasías infantiles...el sonido del tren que se aproxima cargado de vagones produce en mi cabeza un aleteo de gaviota que emigran.




Llegamos a un pueblo lleno de cañadas, de una historia que se remonta desde el 1822, un pueblo que debió llamarse El inmigrante¨…


Cada familia una historia que contar,


La nuestra tomó como punto de partida dos lugares…de San Jose de Conuco,Patria, como ¨las Mirabales¨ y de Puerto Plata, Roberto, un servicio militar obligatorio traza su destino).


El viaje de ida sin regreso comienza en diferentes rincones de la ciudad, Una parada es hecha en el kilómetro 13 de la autopista Duarte de Santo Domingo, el temor por el ladrido de unos perros que defendían la mudanza como dueño de ella, elevaban la adrenalina, unos ojos duros, deprimidos y nostálgicos…empezar de nuevo…nosotros y Dios…cada días pasaban y ya nos habíamos familiarizado con el rico olor a barrio nuevo, el olor a tierra virgen, la pulpería de la esquina, y los vendedores ambulantes con sus bandeja y unos bolsillos rotos cargados de esperanza.


Momentos de felicidad se vivieron aunque el dolor no escatimo esfuerzo, el tren de la vida sigue su camino y es en el paraje de Pantojas en donde los miembros del hogar y los utensilios pasan una extensas vacaciones y las chancletas de goma se dan rico chapuzones en el río Isabela…siguiente destino…calle San Antonio, parte atrás, donde se disfrutaba la caída de la lluvia en el zinc y la casa de madera, nos albergaba en hora de la mañana una espontánea escuelita, a tres casas de la nuestra…en donde llevábamos una sillita forrada de guano…al frente una casa de estilo victoriano ¨Funeraria San Felipe¨ guardaba impacientemente unas sencilla pompas fúnebres de la época.. El catecismo empieza en 20 minutos, las campanas repican llamando a una devoción, despertando el espíritu de unos durmientes que fueron sembrados en lo que era un cementerio y hoy es una iglesia dedicada al santo de los solterones…


la bienaventuranza premia a los hijos de Dios, y es cerca de la vía del tren en donde a traves del CEA, en el 1970 un terreno conseguido por 150 pesos nos sostiene, una casita hecha de playhood-carton piedra, un piso de arena, una mesita de fregadero, una sanitario con una cortina de puerta, bañarnos con galones de agua, cenar con un te y pan y acostarnos junto con la gallina…a las 7 de la noche. No teníamos nada pero lo teníamos todo, de techo el cielo, de luz las estrellas, de Dios a nuestros padres


-Somos un lienzo en blanco, Dios es el artista, faltan colores, faltan historia que plasmar, faltan sonrisas, falta el sabor amargo de la derrota, faltan batallas ganadas cada día…


El sol revela sus rayos perpendicularmente, jugábamos los soldaditos, bolitas, trucano, al escondido, el topao, saltando la cuerda, el matao, un dos tres piza cola…una ruta de guagua en la que hoy sigue siendo nuestra calle, ya en un lugar diferente y en un terreno asfaltado, sustituía nuestro añorado lugar, sustituía al tren, daba paso a la civilización. Abandonamos un lugar que lo que antes era una casita de madera hoy existen decenas de hogares…con decenas de historias…nuestro actual hogar. Le vimos nacer y crecer desde el 1976, era media casa, piso de tierra, divisiones de cortina, un armario de madera, unas sillas de guano, y unos tenues bombillos. Solo unas cuantas casas en otras calles fabricada en los 12 años de la democracia, el cuartel donde buscábamos el agua, el colmado de don miguel, la casita de ciego, el te y el café de victoria a las 5 de la mañana, el comedor de mama pura, la casa de la profesora amparo de almanzar y Nuestro vecino de atrás, Don Horacio, quien nos consiguió el actual terreno.


-Tengo que aprenderme del 1 al 10, mañana la profesora me para del pupitre y si no explico me da un reglaso en las manos…mi hermano fue elegido para una obra de navidad y lo vistieron de Santa-Claus, con una vestimenta hecha con papel crespe, La escuela rural de Los Alcarrizos, en la av. San antonio, nos acogio desde el 3er. Grado de la primaria…pasando a la intermedia nuestra ruta era al Colegio Enma Balaguer y de Noche Liceo Nocturno Los Alcarrizos…felices de llevar la mitad de una mascota, un lápiz partido en dos y de mochila una funda plástica con asa…degustamos los alimentos que mas que sabroso eran bien pintoresco, como el frikitaqui, (pan relleno con repollo, tomate, cachup y picante), helado en pote de compota, helado en cuadrito, helado en fundita, gabiao (galletas con dulce de coco por encima), vitalidad, cokaleca, dudble-buble, canquiñas, pan de batata, y no podía quedarse los ricos refrescos o la chocorica…




La bandera dominicana, arroz, habichuela, carne y ensalada…un espontáneo comedor con el servicio a un peso, un freezer con helados el polo, mabi, dulce de coco, mondongo guisado…cuantas cosas para sobrevivir en espera que pase el gobierno de puesto. Pues hemos heredados las deudas, el alto costo de la vida, unas manos desgastadas, una espalda flácida, correr a estudiar a la ciudad y viajar kilómetros para conseguir una nauseabunda y mareada guagua que nos llevara por 10 centavos y de pie a 20 kilómetros a estudiar, sin ganas de amanecer despierto en el vagón que nos toco…vació de caña...y olvidado en el almanaque sin espera… orfeo, el Dios del sueño, invade el tiempo cargado de dificultades…soñamos ganar un boleto que nos pasaría a otro vagón, despertamos como en un film de technicolor, matices, armonía, el sol se tornaba del mas bello color anaranjado, el cielo degradaba de fondo, las gaviotas estiraban sus alas, la libertad se adueñaba de ella.


La camisa azul camaleónicamente se transforma en un traje de ejecutivo, las manos vacías se llenan mas que de grandes lecciones se llenan de triunfo, de ver mayoría de las promesas de Dios cumplida,


La niña se convierte en la muñeca, en una profesional, los cuadernos ya son dos adolescentes cargada de sabiduría (Karen y Noelia)…el cielo ya no es gris…y he descifrado los enigma de unos trazos, aunque sigo escuchando el sonido del tren y el aleteo de las gaviotas que descansaban en el vagón de la vida.





Autor: PEDRO DE AZA / 24 de abril 2005



1- investiga sobre la historia de tu pueblo


2- selecciona las palabras que no te sean familiares y busca en un diccionario su significado


3- porque Los Alcarrizos debia llamarse ¨El inmigrante¨


4- enumera los personajes que aparecen en esta historia.


5- Retala una historia parecida sobre tu VAGON DE LA VIDA.

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